Descripción
En la actualidad, los restos del castillo se reducen a un único muro de 12 m de longitud y 2 de espesor, que seguramente pertenecería a una torre cuadrada, con función de torre del homenaje.
La torre se construiría en mampostería recubierta por sillares en el exterior.
En el muro que se conserva se observan dos huecos que pudieron ser dos puertas.
Quedan restos del arranque de la bóveda de crucería que cubriría una posible capilla.
Se aprecian también vestigios de un muro en una de las laderas del monte, así como los restos de una torre cuadrada y de un torreón circular, lo que nos hace pensar que probablemente el castillo poseyera un doble recinto defensivo.
Protección. Historial administrativo
Declaración
Resolución: 17/04/2006
Publicación: 22/05/2006
Consultar BOA
Bibliografía
-
MARTÍN DOMINGO, Francisco; Benedicto Gimeno, Emilio. El patrimonio cultural de la comarca del Jiloca [CD-ROM]. Calamocha: Comarca del Jiloca, [s.a.].
Síntesis histórica
El castillo ya existía en época musulmana, aprovechando un asentamiento de época celtibérica. Allí se registró la famosa batalla entre Alfonso I el Batallador y los almorávides, en 1120.
Tras ser conquistada por los cristianos, la fortaleza sería gobernada por varios tenentes; se conoce a Ato de Orella (1128), Enneco de Fortunones (1135), Fortín Cajal (1138) y López Sanz, señor de Belchite.
A fines del siglo XII, pasó a manos del Arzobispado de Zaragoza. Sabemos que el arzobispo Hernando de Aragón realizó varias obras, habilitando el castillo para cárcel y depósito de cobro.
Se sabe que durante las guerras carlistas todavía estaba en servicio y fue fortín de liberales frente a los seguidores del príncipe Carlos.
En 1867, el Ayuntamiento decide demoler parcialmente sus restos, porque su derrumbe podía afectar a las casas del pueblo.
Datación e historia del bien
CONSTRUCCIÓN
Desde Edad Media-S. XI
hasta Edad Media-S. XII
DEMOLICIÓN PARCIAL
Edad Contemporánea-S. XIX-1867